Cada vez que he salido de viaje con la familia, para allá que he llevado la cámara. Siempre he sido bastante poco “intrusivo” (esto se puede aplicar tanto a las fotos familiares como al resto) asi que nunca he sido el típico de “colocaros ahí juntitos que os hago unas fotos…”. Siempre he intentando capturar los momentos mas espontáneos.

Esta foto, que debe ser de aproximadamente 2008, la tomé en algun campo Manchego, probablemente por la zona de Daimiel. El cielo amenazaba tormenta primaveral y en el campo la cebada empezaba a crecer. Habíamos salido para que los chavales disfrutaran del campo… y vaya si lo hicieron.

Mi hija dice recordar aquel momento: siempre veia desde la ventanilla del coche los campos verdes, suaves, enormes. Y siempre quería correr por ellos pero nunca parábamos. Esta vez, si.