Vengo por el pueblo de mis padres, en La Mancha, muy poco a menudo. Últimamente, casi solo en Semana Santa. No está lejos de Madrid y tambien la familia agradece pasar un rato con los abuelos de vez en cuando. Salir de Madrid siempre es agradable.
La casa es muy antigua, y entre la zona de habitaciones y la cocina tiene un pequeño patio, que mis padres han ido decorando con el tiempo. Los ladrillos antiguos y los colores siempre son un buen motivo para una foto, de hecho una de las mejores que tengo de mi hija cuando era pequeña es justo en este patio.
Hoy, tras la comida y mientras pasaba recogiendo los platos, he visto este ramo de flores encima de la mesita, con el botijo debajo y las romanas colgadas en la pared y he pensado que se merecian una foto. Y aquí está.